Hoy todos Tus hijos hubiésemos tenido la suerte de poder contemplarte de cerca, de disfrutar de la serenidad y dulzura de Tu rostro exhalando Tu último hálito de vida. Hoy podríamos habernos sentado junto a Ti en la intimidad de la sacristía, entre los claroscuros cálidos y el crujir de la cera, mezclándose el aroma de esa nube de incienso con el de los centros de rosa, clavel y lirio; todo ello dulcemente recogido por la música sacra que envuelve el momento. Momento de oración y recogimiento, de plegaria y súplica, de alegría y emoción contenida, de agradecimiento y gratitud. Momento en que Tú, desde la Cruz redentora, sigues mirando al Padre pidiendo por todos nosotros, derramando todo Tu amor por el perdón de nuestros pecados, dejándonos a nuestro lado a Tu Madre, nuestra Madre, María Santísima del Mayor Dolor, para que intentemos consolar sus 7 lágrimas de pasión, tantas como dolores padeció.
Hoy tenía que haber sido el día.
Tras habernos postrado a Tus pies, reconociendo Tu divinidad y realeza, debía de haberse celebrado esa pequeña procesión en el interior del templo, tan sólo iluminado por la candelería del palio de Tu Madre y algunos cirios de respeto que portan Tus hijos. Mientras que Granada realiza el rezo de las 7 palabras, Tu te elevas al cielo de San José de Calasanz con el simple acompañamiento del frío y metálico sonido de las cadenas que nos hace recordar el crudo momento en que eras Crucificado en el Gólgota, llenando toda la Parroquia con Tu portentosa imagen, para presidir desde Tu grandioso retablo itinerante y esperar un nuevo Viernes Santo para volver a redimirnos de nuestros pecados y Expirar mirando al cielo de Granada cuando regreses por Tu puente sobre el Genil mientras, a lo lejos, en su trono de oro y plata, Tu Madre no puede contener Su Mayor Dolor.
Hoy tenía que haber sido el día... no va a poder ser... pero volverá a ser el día... desgraciadamente no podremos estar todos físicamente, pero nadie mejor que Tú sabe que sí estaremos todos.
Hoy tenía que haber sido el día.
Precioso artículo, te traslada a esa jornada.
ResponderEliminarSe podría decir que es el pistoletazo de salida para la Semana Santa. Un acierto este acto y muy emotivo. Cierto que en los últimos años había más protagonismo de personas externas que del acto en sí, pero seguro que se reconduce. Una lástima no poder disfrutarlo otro año más. Ojála el que viene.