La Hermandad de los Escolapios se encuentra erigida canónicamente en el seno de la Parroquia de San José de Calasanz, la cual se alza enérgicamente junto al río Genil, avistándose su inconfundible torre, cuyo último cuerpo es ochavado y culminado con un chapitel de tejas vidriadas, en este entorno de la ciudad. Fue erigida Parroquia en 1971 con el nombre de San Sebastián, y desde 1975 con el nombre de San José de Calasanz.
El templó se construyó adosado al antiguo Monasterio de Nuestra Señora del Destierro, más conocido como monasterio de los monjes Basilios. Este monasterio se levantó en 1616 gracias a la donación de las tierras y una casa de recreo llamada Casa Blanca, que hizo la Marquesa de los Trujillos, Dña. Francisca Girón, viuda de D. Alonso Núñez Bohorques. Se suele comentar que antes de esto, hasta 1514, allí estuvo enclavado el Hospital de San Lázaro, pero esto no es así.
Los monjes Basilios se comprometieron a edificar una iglesia y la capilla mayor, disponiendo de un tiempo de 10 años desde 1617; el monasterio de la orden de los basilios, ya en 1630, albergaba una pequeña iglesia construid de manera perpendicular al margen del río Genil.
El 12 de octubre de 1755 comenzó la construcción de la nueva iglesia, siendo de mayor amplitud que la su predecesora, y esta vez con orientación paralela al cauce del río. Se debe a la mano de Luis Arévalo y el maestro Rodríguez, artistas del barroco español, quienes trazaron esta Iglesia entre 1755 y 1766, dejando parte de la nave de la antigua iglesia en la actual sacristía, en una de las propiedades que pertenecieron a los Duques de Gor, contando con la colaboración del arquitecto Domingo Tomás en la hechura de su portada, concluyéndose la misma en 1789.
Hay que mencionar que realmente lo que se realizó fue una adaptación de la vieja portada de la Iglesia parroquial de la Magdalena (sita en la C/ Mesones por aquel entonces). La hechura es de ladrillo, constituida por un arco de medio punto con dos pilastras dóricas que soportan un frontón partido, sobre el que se dispone una hornacina que alberga una escultura en mármol blanco de la Virgen y el Niño de finales del siglo XVI. Todo esto va enmarcado con simbología monacal, al ser parte del antiguo Monasterio de los Basilios, destacando su gran sobriedad.
En su interior podremos observar que se trata de una edificación con planta de cruz griega, cúpula central, orden toscano y con una portentosa solemnidad debido a sus dimensiones. Sus naves se cubren con bóvedas de medio cañón, mientras que en el crucero se levanta una cúpula sobre pechinas, en las cuales se pueden contemplar actualmente los escudos heráldicos de los Mendoza y de los Enriquez, tallados en madera dorada y policromada.
Artísticamente consta de un cuidado ornato, sin ser ostentoso. El retablo mayor, que en 1877 se adquirió de la iglesia de San Pedro y San Pablo de Málaga tras haber sido derruida, lo preside la imagen portentosa del Santísimo Cristo de la Expiración, Titular Cristífero de la Hermandad, obra del granadino D. Domingo Sánchez Mesa, completándose con las imágenes de San Joaquín y Santa Ana, atribuidas a Risueño, y las tallas anónimas de San Basilio y Santa Macrina. Corona el retablo una imagen de San José con el niño de su mano, de menor valía.
Posee dos retablo laterales, el del lado de la Epístola que alberga la talla de San José de Calasanz (obra cuya autoría podría ser del madrileño D. Mariano Bellver, de 1870; restaurada por D. José Navas Parejo a principios del S.XX), patrón de los maestros y la Orden Escolapia, así como Titular de la Parroquia y la Hermandad. El retablo del lado del Evangelio, procedente del antiguo Convento de Santa Paula, alberga la talla de María Santísima del Mayor Dolor, obra de D. Luís Álvarez Duarte. Desde el pasado mes de Julio de 2014, corona el retablo un oleo con la imagen del que fue Sumo Pontífice, San Juan Pablo II, del cual se puede venerar una reliquia "ex sanguine", ubicada en Septiembre de 2016, en la hornacina que se sitúa a los pies de la Imagen Mariana.
La Parroquia, en su capilla Sacramental, alberga un pequeño retablo de estilo renacentista donde encontramos un Sagrario de orfebrería, 2 faroles que lo custodian, así como un óleo de la Virgen de Gracia. En el lateral se sitúa la imagen gloriosa del Dulce Nombre de María, talla de vestir de tamaño natural. Frente a esta capilla Sacramental, encontramos la capilla Bautismal, de reciente creación al haberse trasladado allí la antigua pila bautismal de mármol desde su anterior ubicación, entre la escalinata del Altar y la capilla Sacramental.
Así mismo, otra obra significativa es la lápida mortuoria realizada en mármol para los Duques de Gor (quienes poseen unas pequeñas catacumbas bajo la Parroquia), justo al lado contrario de la capilla Bautismal.
Existen otras obras pictóricas como el óleo de gran tamaño de San Antón, situado junto a la puerta de acceso a la Sacristía, u otro de menor tamaño de la Virgen del Rosario coronando la hornacina de San José de Calasanz; cuadros de marmolina blanca representando las 14 estaciones del Via Crucis y tallas de menor valía, como por ejemplo una pequeña del Niño Jesús de la bola.
A los pies del templo, sobre un gran arco carpanel, se levanta el coro, que acoge un órgano barroco, construido en 1873 por el organero de la Catedral de Málaga, D. Ramón Pérez Molina. Procede de Archidona, donde servía de acompañamiento musical a los colegiales en el canto del "Santo Dios", entre los que se encontraba D. Blas Infante, quien posteriormente adaptó dicho canto para componer el actual Himno de Andalucía. Desde allí se trasladó en 1950 hasta Granada, quedando instalado en su nueva ubicación en 1952.
La Parroquia se complementa con la Sacristía de la misma, con un coqueto retablo con la talla de la Virgen de de las Escuelas Pías, de tamaño académico. Para concluir, comentar que en el lateral externo del edificio, en el siglo XIX se instaló un sencillo pilar de piedra de Sierra Elvira, enmarcado por un arco de ladrillo y 2 faroles. Consta de una pila rectangular, con remate y zócalo, todo en líneas rectas, siendo el frontón de una pieza rectangular acorde con la pila y con 3 bocales.
Como curiosidad, mencionar que en el interior del templo se llegó a custodiar la imagen de la Virgen del Destierro donada por la nieta del emperador Carlos V, la archiduquesa Margarita de Austria, tratándose de una talla del siglo XVI en torno a la cual se erigió la Cofradía de Nuestra Señora del Destierro, ricamente servida de los mercaderes y gremio de la Aduana de la especiería; la imagen del beato Pompilio María Pirrotti, obra de Francisco Morales; o cuadros que representan la aparición de la Virgen a San José de Calasanz y San Vicente de Paul recibiendo niños pobre, realizados en 1866 por Miguel María Ocal y Francisco Díaz Carreño respectivamente.
ERMITA DE SAN SEBASTIÁN
La ermita de San Sebastián, se
encuentra al final del paseo del Violón, en la margen izquierda del río Genil,
a escasos metros del Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada y muy cerca
del Alcázar del Genil.
Esta ermita, hoy cristiana, fue
construida bajo la dominación almohade en 1218, y fue una rábita o morabito.
Era un lugar de culto musulmán, al que se retiraban personas de gran
religiosidad para dedicarse a la oración y a la meditación.
La ermita de San Sebastián tiene
una gran importancia, tanto por su contexto arquitectónico, ya que es el único
morabito de su género que se conserva en España, como por su enclave histórico,
pues muy cerca de la ermita de San Sebastián tuvo lugar la entrega de las
llaves de Granada, el 2 de enero de 1492, por parte del rey Boabdil a los Reyes
Católicos. En ese lugar se encuentra el monumento al Rey Boabdil.
Bajo un álamo que había junto al
morabito se celebró la primera misa de acción de gracias en Granada. Esta misa
estuvo presidida por una talla de la Virgen, que Isabel la Católica llevó, y
que estuvo alojada dentro de la ermita hasta que los Reyes Católicos se
instalaron en la Alhambra, y fue trasladada hasta la sala de los Reyes del conjunto
palatino.
Esta ermita está consagrada al
culto de los santos Fabián y Sebastián y aun conserva la estructura primigenia
de morabito almohade. Es una construcción de planta casi cuadrada, de 8,40
metros en cada uno de sus lados, y cubierta por una cúpula de 16 cascos,
adornados con nervios, y que al unirse, en su centro, forman una estrella. Esta
cúpula descansa sobre unas pechinas de arcos de medio punto. Un anillo recorre
toda la parte inferior de la cúpula, en la que se puede leer: “Á honra de
Dios nuestro S. y de su bendita madre la Virgen María concebida sin pecado
original. Esta ermita es de S. Fabián y S. Sebastián de la cofradía de hermanos
de los gloriosos santos y por su orden se reedificó esta capilla, siendo
prioste Luis Petaez de S. Martín y mayordomo P.° Fernán Castinobo. Acabóse año
de 1615”
En su interior, las paredes,
carecen de ornamentos, y las pinturas mudéjares desaparecieron con las
continuas restauraciones.
Exteriormente destaca, de la
ermita de San Sebastián, su puerta, que se presenta como un arco de herradura,
algo apuntado, enmarcado por alfiz de ladrillo, y sobre estos elementos una
pequeña hornacina, que no contiene ninguna imagen. El tejado es a cuatro aguas, tiene una
espadaña en el lado de la puerta donde se sitúa la pequeña campana.
La ermita tiene agregada una casa
conocida como “Casa del Santero”, que data del siglo XIX, y que era la casa de
la persona que cuidaba y vigilaba la ermita. Actualmente la Hermandad la usa
como dependencias de Secretaría
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