"Madonna", es el título
escogido para esta composición con motivo del XX aniversario de la peregrinación
a Roma y de la bendición de la Imagen. Aquella talla que realizara el gran
imaginero, ya desaparecido, Don Luis Álvarez Duarte, que a través de sus
benditas manos puso cara a la Madre que cada Viernes Santo encoge los corazones
de los granadinos cuando la ven pasear por la Carrera bajo ese templo de
hermosura y devoción.
La marcha tiene un corte clásico
y solemne, y está inspirada en esos sentimientos que afloran en mi ser cuando
me encuentro junto a Ella, en los momentos íntimos que hacen vibrar mi amor por
María.
La introducción tiene un carácter
muy marcial, imperial y potente, con una especie de fanfarria romana,
recordando precisamente esa peregrinación a Roma del año 2000. Inmediatamente
después, se desarrolla la dulce melodía principal, la cual refleja esos
instantes de intimidad, esas conversaciones buscando el consuelo de una Madre,
su paz y su tranquilidad, que transmite con esa mirada que penetra hasta el
corazón. Acto seguido, comienza el fuerte de metales, potente y elegante, que
refleja el poderío y la majestuosidad que muestra la Reina Escolapia en su paso
de palio cada Viernes Santo en la ciudad de Granada. De nuevo, se reexpone la
melodía principal, la cual culmina con tres toques de campana, que nos llevan a
una modulación hasta el trío final, de carácter solemne y melancólico, basado
en mi pieza de capilla "La Expiración", dedicada al Señor de la
Expiración, titular de la Hermandad. Esta última parte expresa el dolor de una
Madre, porque no hay MAYOR DOLOR en esta vida que ver a un hijo sufrir,
expirando en la cruz. Finalmente, la marcha culmina con una cadencia plagal,
que eucarísticamente significa un "Amén", añadiendo en el último
acorde una nueva fanfarria de trompetas, comenzando la marcha de la misma forma
que se acaba, siendo así una marcha de carácter circular.
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