Señor Dios todopoderoso, te damos gracias por habernos regalado al Papa León XIV como pastor de tu Iglesia en estos tiempos.
Derrama sobre él la abundancia de tu Espíritu, para que guiado por la verdad y sostenido por tu gracia, sea faro de unidad, esperanza y caridad para todos los fieles del mundo.
Concédele fortaleza en las pruebas, sabiduría en las decisiones, y humildad para escuchar y servir, siguiendo el ejemplo de Cristo, el Buen Pastor.
Que María, Madre de la Iglesia, lo cubra con su manto y lo acompañe siempre.
Amén.
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