La conferencia
estuvo moderada por nuestro hermano D. Manuel Obregón, acompañado de D. Luis
Chamorro, D. Luis Molano y D. Ventura Gómez; amigos y discípulos del maestro. A
lo largo de la charla, y tras un breve documental sobre la vida de Álvarez
Duarte. Los ponentes compartieron valiosas reflexiones sobre su trayectoria
artística y personal, desde sus primeros años hasta su consagración como uno de
los imagineros más importantes de nuestra época.
Uno de los momentos más emotivos fue el recorrido por las distintas obras del maestro, en el que se recordaron anécdotas y vivencias en torno a la creación de sus imágenes; como la primera Virgen de los Dolores que tallase a la tierna edad de 12 años, la Virgen de Guadalupe de la Hermandad de las Aguas de Sevilla, la Virgen del Patrocinio de la señera Hermandad del Cachorro y así con un sinfín de imágenes, repartidas por las 8 provincias andaluzas y parte de la geografía nacional… o restauraciones de imágenes tan devocionales como la Esperanza de Triana o el Gran Poder, entre otras tantas.
Particularmente significativo para nuestra
Hermandad fue el espacio dedicado a María Santísima del Mayor Dolor, donde se
detalló su proceso de imaginería, cómo él antes de comenzar a tallar, se
interesaba en conocer a la Hermandad, su carácter, su sede parroquial e incluso
sus reglas; con eso él ya sabía lo que saldría de la madera. Hubo momento para
revelar anécdotas y curiosidades poco conocidas, entre ellas, la emocionante
anécdota de cuando, con la imagen aún sin policromar, miembros de la Hermandad
visitaron el taller del maestro y vieron cómo se le dibujaban los ojos con
carboncillo, un instante cargado de simbolismo y emoción. También se destacó el
momento en el que la primera gubia tocó la madera para dar forma a su sagrada
figura, dejando a todos los presentes maravillados, o la cara de incredulidad
que se le quedó al maestro cuando se le informó que aquella imagen
procesionaría en la mismísima Plaza de San Pedro, en el Vaticano, centro de la
cristiandad.
Durante de la
ponencia, se expusieron imágenes y testimonios que ayudaron a comprender la
minuciosidad de su trabajo y la pasión con la que Álvarez Duarte concebía cada
una de sus creaciones; cómo su técnica, tan personal y característica, se alejó
de los modelos tradicionales, optando por esculpir directamente sobre la madera
en lugar de recurrir a bocetos en barro.
Su discípulo, D. Ventura Gómez, leyó un documento escrito de puño y
letra por el maestro, donde expresaba lo que sentía cada vez que le encargaban
y tenía el honor de tallar una imagen de María Santísima, de la Madre de Dios.
La charla se cerró con un sentido reconocimiento a su legado, ensalzando la trascendencia de su obra no solo en el mundo cofrade, sino también en la identidad devocional de nuestra Hermandad. D. Luis Álvarez Duarte nos dejó una herencia artística que sigue conmoviendo a generaciones de fieles y que, con actos como este, se mantiene viva en la memoria de quienes veneran su obra. A los ponentes se les entregó una copia de la tarjeta de sitio de D. Luis Álvarez Duarte en la Peregrinación Jubilar del año 2000, la cual iba enriquecida con un carboncillo, obre de D. Manuel Obregón, reproduciendo al maestro mirando a la Reina de Roma, bajo la soberbia fachada de la Basílica de San Pedro.
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