PALABRAS DEL SANTO PADRE:
Pero este es un cheque en blanco:
“Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo concedo”. Dios es el amigo, el
aliado, el esposo. En la oración podemos establecer una relación de confianza
con Él, tanto que en el “Padre Nuestro” Jesús nos ha enseñado a hacerle una
serie de peticiones. A Dios podemos pedirle todo, todo, explicarle todo,
contarle todo. No importa si en nuestra relación con Dios nos sentimos en
defecto: no somos buenos amigos, no somos hijos agradecidos, no somos cónyuges
fieles. Él sigue amándonos.
Es lo que Jesús demuestra
definitivamente en la última cena, cuando dice: «Este cáliz es la nueva alianza
en mi sangre, que es derramada por vosotros» (Lc 22,20). En ese gesto Jesús
anticipa en el Cenáculo el misterio de la Cruz. Dios es un aliado fiel: si los
hombres dejan de amar, Él sigue amando, aunque el amor lo lleve al Calvario.
Dios está siempre cerca de la puerta de nuestro corazón y espera que le
abramos. (Audiencia general, 13 de mayo de 2020)
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